Munster Trucks (Ottawa)

Llegamos a la ciudad de Montreal a las 6 y tantos de la mañana, hacia un buen de frio y yo estaba muy cansado del viaje, ya que me toco en una salida de emergencia en donde los asientos no se pueden reclinar y aparte no tenia donde recargar la cabeza.

Rentamos una camioneta, ya que mi mamá trajo 2 maletas extras vacías, obviamente con la intención de traerlas llenas (espero que algo de lo que se compre sea para mi jijiji).

Manejamos 2 horas para llegar a South Mountain Ontario, haciendo una parada técnica en un Subway en el que paramos a comer un poco. Al llegar saludamos a Yaz y a sus hijas Vanesa, Sophia, y Paty que ya nos estaban esperando ansiosas desde hacia unas cuantas horas.

Recién llegamos, nos fuimos a tomar las fotos por las que venimos a Canadá. Estas fotos seguramente serán las fotos más caras que nos hemos y nos tomaremos en toda nuestra vida, ya que venimos desde México, única y exclusivamente a tomarnos estas fotos. Lo bueno es que en realidad este tipo de fotos, no nos las hubiéramos podido tomar en cualquier lugar (llámese México) porque vienen con unas medidas especiales y aparte de todo, vienen selladas en la parte de atrás con el nombre del fotógrafo la fecha y el lugar en el que fueron tomadas.

Ya con las fotos en la mano, pudimos regresar a la casa. Yo moría por un rato de sueñito, estaba súper cansado, aparte me estaba comenzando a sentir mal de la garganta (un tipo infección). Nunca me enfermé durante todo mi viaje por el sur del continente, y recién puse un pie en el norte, comienzo con malestares (¿será que estoy extrañando o que tengo en la cabeza las diferentes alternativas para mi futuro?).

Dormí como un bebé, no por mucho tiempo, pero si unos cuantos minutitos antes de la hora de la comida. Comimos papa al horno y carne de cerdo, la verdad estaba bastante buena, pero yo no estoy tan acostumbrado a comer papa y mucho menos a comer cerdo.

Canadá es una belleza, y esta es la primera vez que la veo en primavera. Tengo que admitir que a pesar de que no es su mejor época del año, sino tal vez la peor, sigue impresionándome con cosas como el gran tamaño de sus tierras para el cultivo y con sus bosques interminables a lo largo de las carreteras; y no nada más eso, de hecho nos toco ver algo que nunca habíamos visto antes “patos”, pero no unos cuantos, miles de patos que regresan después del invierno a las tierras que los vieron nacer.

Terminada la hora de la siesta, fuimos despertados y apurados porque teníamos una cita con los munstertrucks. Teniamos que ir a el Scotiabank place, que es la casa de los senadores de Ottawa _(el equipo de Hokey). Antes de que nos fuéramos, Yazmin nos regalo unos jerseys de los senadores, para que los lleváramos puestos al estadio, y como explicarle soy 100% Canadian de Montreal, y que por nada del mundo podría ponerme una playera de los senadores, no había forma, así que no me quedó de otra más que ponérmela e ir a ver el espectáculo.

El estadio es muy grande, y gracias a eso conseguimos boletos. El espectáculo fue espectacular, el estruendo de los motores de los carros nos ponía la piel chinita, y es que cada que uno de los munstertrucks saltaba, convertía la arena en un verdadero  hervidero de emociones. Los pelitos se me ponían de punta al ver esos monstruos pasar sobre carros normales y hacerlos pedazos en cuestión de segundos.

Habian 3 competencias:

1.- El salto más impresionante

2.- El MT que llegara primero a la línea, pasando por encima de los carros

3.- Free style

Aparte de los munstertrucks, hubo competencia de salto en motocross, y de cuatrimotos. La verdad es que fue un evento que disfrutamos muchísimo, y que sin dudas, en alguna otra oportunidad volvería a ir.

Antes de salir del estadio, pasamos a recoger a mi prima y a mis sobrinas a un conference room, en el que ellas se encontraban debido a que a Pat la había espantado el ruido tan fuerte de los motores de los MT. Resultó, que ellas nos estuvieron esperando, en la sala de juntas de los dueños del equipo de los Senadores de Ottawa. Tuvimos oportunidad de entrar y echarle un ojito rápido antes de irnos. Es difícil imaginar la cantidad de dinero que se debe de manejar en esa mesa.